miércoles, 6 de marzo de 2019

miércoles, 20 de mayo de 2015

Jin Ji Du Li, un ejercicio para la salud

Que todo está relacionado es una "idea" que se repite frecuentemente en el pensamiento oriental. Cuerpo y mente están relacionados y, nosotros y el exterior también. Por eso, nos quedaríamos cojos si al hablar de la filosofía oriental, únicamente habláramos de su pensamiento, de sus conceptos y sus enseñanzas. Es por eso, que hoy hablaremos de medicina, exactamente de un ejercicio beneficioso para la salud física y mental que es muy utilizado en la práctica de tai-chi, una práctica fisico-espiritual en principio creado como un arte marcial chino de hace 600 años de antigüedad.

El ejercicio en concreto recibe el nombre de Jin Ji Du Li, y hace años se puso de moda con la publicación del libro "Auto ayuda es mejor que buscar ayuda de los médicos", un best Seller en China.


Zhong Li Ba Ren

Es un ejercicio muy sencillo y cualquier persona a cualquier edad lo puede hacer, unicamente hay que ponerse a la pata coja con los ojos cerrados. ¿Parece fácil verdad? ponerse a la pata coja no tiene complicación, pero si cerramos los ojos, nos daremos cuenta de que no es tan sencillo mantener el equilibrio. Pruébalo ahora mismo y te darás cuenta de que es más complicado de lo que parece. Primero con una pierna y luego con la otra. Al principio puede que aguantes unos pocos segundos pero después, con la práctica, podrás aguantar varios minutos.



Este ejercicio tiene multiples beneficios. Mejora el equilibrio, ajusta los órganos internos, a través de las cadenas musculares alivia los problemas posturales y los problemas que conlleva una postura inadecuada, equilibra la energía interna facilitando que fluya libremente y por último, consigue la reconexión con el suelo, con la tierra y con la Tierra.
Según asegura el autor del libro que hemos mencionado, y también practicante, Zhong Li Ba Ren, realizar este ejercicio diariamente (el Jin Ji Du Li 1 min. con cada pierna), puede ayudar en la curación de muchas enfermedades como:
  • La hipertensión.
  • Altos niveles de azúcar en la sangre o diabetes.
  • El cuello y las enfermedades de la columna vertebral. 
  • Evitar que usted padezca de demencia senil.
  • Refuerza el sistema inmunitario.
  • Entre otros
Por eso,  os recomendamos que practiqueis diariamente este ejercicio. 
Perder cinco minutos diarios haciendo este ejercicio puede traernos muchos beneficios. 




Perilla, la planta para los alérgicos

lunes, 6 de abril de 2015

Evite el infarto: la verdad que no le cuentan los médicos



Con el paso del tiempo, las arrugas se van haciendo más profundas, las canas pueblan el cabello, el pelo se cae, los dientes se vuelven amarillos, la vista es menos aguda… Pero el cambio más profundo es invisible, porque tiene lugar en el interior. Y es el más peligroso. 

Se trata de los vasos sanguíneos, que se deterioran inexorablemente por la presión arterial. Con cada latido cardíaco se inyecta un volumen de sangre en el interior de las arterias, elevando poderosamente la presión que las paredes arteriales tienen que soportar y amortiguar cada vez que el corazón late. Y el corazón de una persona de 80 años habrá latido nada más y nada menos que 3.000 millones de veces a lo largo de su vida. 


Visita guiada por los vasos sanguíneos


Los vasos sanguíneos son como el conjunto de cañerías del hogar. Hay tuberías que le llevan el agua; se trata de las más duras, de metal, sometidas a una presión alta. Y hay otras tuberías que evacuan las aguas; en este caso son tuberías más blandas, de plástico, anchas y poco sólidas, cuya única función es sencillamente dejar fluir el agua. 

Los tubos que llevan el agua son comparables a las arterias, que llevan la sangre hasta los órganos. Las arterias son vasos sanguíneos sólidos y gruesos, ya que la sangre circula a alta presión por ellos, y no se pueden resquebrajar. Aún así, tienen una cierta elasticidad para adaptarse a las variaciones del flujo sanguíneo, según las necesidades de los órganos. 

Las cañerías que evacuan la sangre de los órganos y la llevan hasta el corazón para que la filtren los pulmones y luego ser devuelta al organismo son las venas. Éstas son flexibles y poco sólidas, pero ello no supone ningún problema para la sangre, que puede fluir por ellas tranquilamente. 

Como el agua del hogar, la sangre que, gracias a la presión, se distribuye por las arterias, está limpia, por eso las arterias son de color claro. La sangre que circula por los tubos flexibles, las venas, está sucia y tiene un color oscuro. 

Los riñones y los pulmones actúan como "depuradoras", filtrando los residuos y recargando la sangre con oxígeno. El hígado es la principal "gasolinera", al llenar la sangre de glucosa, que sirve de carburante para las células. 


¿Por qué la sangre no se pega a las arterias?


La sangre tiene la mala costumbre de quedarse pegada en todas partes. No tiene más que fíjarse la próxima vez que sangre, o cómo en las películas los asesinos intentan eliminar las manchas, que siempre dejan huella. ¡La cantidad de manchas que deja la sangre en todas las superficies que toca! 

Sin embargo, no se pega a la pared de las arterias. 

Este “milagro” permanente se debe a una fina capa de células que tapiza el interior de las arterias y que recibe el nombre de endotelio. Estas células fabrican un producto anticoagulante que permite a la sangre deslizarse como el agua por las plumas de un pato, sin que se adhiera nunca a la pared. 

Por desgracia, el tabaco, los radicales libres (moléculas oxidantes), la homocisteína (sustancia inflamatoria), la mala alimentación o el modo de vida sedentario atacan constantemente el endotelio de las arterias. 

Cuando el endotelio se degrada, las plaquetas sanguíneas se unen y forman un pequeño coágulo. El endotelio posee agentes capaces de prevenir y disolver el coágulo formado, pero no siempre ocurre así. Una lesión trombótica (coagulación dentro del vaso) se produce por una lesión previa de la arteria, generalmente vinculada a una disfunción endotelial. 


La función vital de las plaquetas de la sangre


Permítame recordarle que la sangre no es un líquido rojo homogéneo. Está formada por un líquido amarillento y transparente, el plasma, en el que flotan los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas sanguíneas. Además, la sangre contiene azúcares y proteínas de todo tipo que, como barquitos, transportan las grasas, entre ellas el colesterol. 

La función de las plaquetas es impedir que haya pérdidas de sangre. Por eso, a la más mínima apertura de una vena o de una arteria, acuden las plaquetas sanguíneas, se pegan entre ellas y forman un tapón en el lugar dañado. A continuación, se ponen encima unos filamentos en forma de red de pescador constituidos por una proteína conocida como fibrina, a la que se enganchan los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y la trombina, hasta que el tapón se vuelve duro y sólido, casi irrompible. Este proceso es la coagulación, y es el mismo mecanismo que detiene las hemorragias y forma las costras en la piel. 

Cuando la trombosis se produce en el interior de la pared de la arteria, el endotelio genera sustancias antitrombóticas y antiinflamatorias que reparan la lesión. La sangre puede deslizarse como antes por ese lugar, sin que se pegue, pero la pared de la arteria habrá crecido un poquito en el lugar de la cicatriz y también será más rígida ahí. Cuando eso ocurre decimos que se esclerosa. Encontramos en el interior de la lesión una estría lipídica, es decir, una acumulación de grasa y colesterol en forma de cristales, hierro, cobre y calcio; esta sustancia blanda recibe el nombre de ateroma, y el conjunto se llama arterioesclerosis. 

La arterioesclerosis puede desaparecer, sobre todo si es reciente, pero si el modo de vida nocivo que lo causó se prolonga, el fenómeno vuelve a repetirse una y otra vez. Al cabo de unas decenas de años, la cicatriz será mucho más grande, del mismo modo que el ateroma, y la arteria puede taponarse (una lesión significativa es la que obstruye la luz interna de la arteria en un 50-70%; a partir del 75% se trataría de una lesión severa; y si es del 90% o más de una lesión muy severa). 

Si en ese momento se somete a una revisión, su cardiólogo se preocupará al constatar un estrechamiento, que se llama estenosis de la arteria. 


Los peligros de la arterioesclerosis


Y tendrá razón al preocuparse. De hecho, basta con que se produzca una pequeña hemorragia en el interior de la placa de ateroma, lo que es un fenómeno habitual, para que esta hemorragia haga crecer de golpe la lesión, para obturar por completo la arteria. También hay que temer que esta cicatriz de repente se ulcere y que se forme encima un coágulo más grande. En ambos casos, el torrente sanguíneo puede quedar bloqueado por completo. 

Cuando se forma un gran coágulo en las arterias, el órgano que espera que llegue la sangre queda privado de oxígeno y de glucosa y, si la situación se prolonga, muere. Es particularmente grave cuando el órgano al que nos referimos es el corazón, el cerebro, los riñones, los ojos o incluso las piernas... Es lo que llamamos una trombosis, que puede acabar desembocando en un infarto de miocardio (muerte de las células del corazón) o, a veces, en un accidente cerebrovascular (ACV). 

El fenómeno de la arterioesclerosis se da a menudo en las arterias coronarias, que son las que alimentan con oxígeno y glucosa el músculo del corazón (se llaman coronarias porque forman una corona alrededor del corazón).

Si la aterotrombosis oclusiva completa afecta a una arteria coronaria principal, se producirá un infarto de miocardio, cuya mortalidad en las primeras horas es muy elevada (superior al 25%). 


Los medicamentos contra el colesterol no cambian nada


Si examina al microscopio de qué está compuesta la placa de ateroma, constatará que hay en torno al 10% de colesterol. 

Esta observación ha conducido a la cardiología moderna a dar a las personas que padecen arterioesclerosis medicamentos que hacen disminuir la tasa de colesterol en la sangre. Los manuales de medicina enseñan que, haciendo descender la tasa de colesterol, se reduce el avance de la arterioesclerosis y con él el riesgo de que se forme un coágulo que acabe provocando una trombosis. 

Pero disminuir la tasa de colesterol no es muy eficaz. De hecho, el colesterol no es la causa de la arterioesclerosis, ni interviene en absoluto en la formación del coágulo. 

Y, por desgracia, los medicamentos contra el colesterol tienen numerosos efectos indeseables: dolores musculares y de los ligamentos, impotencia en el hombre, problemas de memoria y quizás incluso un incremento del riesgo de padecer cáncer. (1) (2) (3) (4) 


Los medicamentos contra los coágulos son un arma de doble filo


Entonces, olvidemos el colesterol, me va a responder; y con razón. Pero como los accidentes cardiovasculares los provocan los coágulos, tomemos medicamentos que impidan que la sangre coagule (los anticoagulantes). 

Es cierto, y es exactamente lo que en general recomiendan los cardiólogos, puesto que prescriben una pequeña dosis diaria de aspirina, que impide la agregación de las plaquetas. 

El problema es que si impide que la sangre coagule, aumenta el riesgo de hemorragia en la arterioesclerosis. Una hemorragia que, como ya hemos dicho, puede también ser la causa del brutal crecimiento de la arterioesclerosis y de la obstrucción total de la arteria. 

Por otro lado, el 40% de los ACV están provocados por una hemorragia cerebral, que también es la consecuencia de un fallo de coagulación de la sangre. 

Algunas personas sufren ACV hemorrágicos sin tomar anticoagulantes, pero es porque su modo de vida (falta de deporte en primer lugar) y la alimentación (exceso de omega 6 y falta de omega 3) hacen que la sangre coagule mal. En otros casos, los ACV hemorrágicos se producen por hipertensión arterial descontrolada o por diabetes de difícil control. 

Así pues, entenderá que tomar medicamentos anticoagulantes no es para nada la mejor solución para evitar los accidentes, salvo en casos de urgencia (para disolver un coágulo ya formado). 


El by-pass: la “solución” dura


Ya que hacer que descienda el colesterol con medicamentos no sirve para nada y como los medicamentos contra los coágulos son peligrosos, lo único que queda es pasar por las manos del cirujano. 

En efecto, se puede “rodear” literalmente el problema de la estenosis (estrechamiento) de la arteria añadiendo, quirúrgicamente, una punta de arteria para derivar la sangre. Esto va muy bien, los resultados son inmediatos y ya se puede salir a pasear. 

Es el famoso by-pass coronario. Hasta hace poco se trataba de una operación extremadamente seria. Se necesita anestesia general y abrirle el tórax para llegar al corazón. Además, hay que derivar la sangre hacia una bomba externa para oxigenarla y volver a inyectarla en los vasos, un sistema imprescindible para la supervivencia del paciente, pero que al organismo no le suele gustar, en especial cuando la operación se prolonga. 

Actualmente unos robots se dedican a hacer los by-passes sin abrir el tórax y sin que la sangre circule fuera del cuerpo pero, de todos modos, el by-pass quirúrgico es el último recurso. Como los medicamentos anticoagulantes, puede salvar vidas en caso de urgencia. 

By-passes aortocoronarios hay de dos clases: los que utilizan venas periféricas (por ejemplo, safena) para conectar la raíz de la aorta con la arteria coronaria por debajo de la lesión, y los que tomando otras arterias (por ejemplo, la mamaria) la conectan a la arteria afectada distalmente a la lesión. 

Cuando a uno de los órganos le falta realmente sangre, cuando la arteria que la hace llegar es realmente demasiado estrecha, tiene lugar un fenómeno de “by-pass natural”. Crecen nuevas arterias solitas para desviar la estenosis sin que haya necesidad de operarle (aunque este fenómeno de neoformación vascular no ocurre en todos los casos). 

Este fenómeno se produce si se lo pide real y regularmente a su órgano. En otras palabras, cuando lleva una vida sana, no sedentaria, con un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física de suficiente intensidad (es decir, que le haga sudar). 

Si ha pasado por un by-pass y no practica ejercicio, las mismas causas van a producir los mismos efectos, y las nuevas arterias rápidamente se van a volver a esclerosar. Estará obligado a pasar por el quirófano otra vez, con todos los riesgos que conlleva (y los costes para la comunidad). 

La técnica del by-pass tendría que haberse convertido en algo exótico, que sólo se utilizara en casos de urgencia, ya que el by-pass natural es más eficaz, conlleva menos riesgos y es menos costoso. Los cambios en el modo de vida deberían fomentarse desde la cardiología, pero no se hace, ya que los cardiólogos creyeron descubrir la panacea frente a la arterioesclerosis con la técnica de la angioplastia a finales de la década de 1970 y luego con el stenting a finales de la de 1980. 


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El 10% de la población toma medicamentos contra el colesterol, pese a que estos medicamentos provocan efectos secundarios potencialmente graves. Sin embargo, existen soluciones naturales que funcionan incluso para las personas que ya han sufrido un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV). Descubra más en este vídeo.



Continúa el e-letter de hoy: 


La ilusión del progreso tecnológico médico


La angioplastia consiste en suprimir la estenosis sin by-pass y sin medicamentos. 

El cirujano interviene directamente en las arterias coronarias con un alambre teledirigido, llamado catéter. El catéter sube hasta el lugar de la estenosis y tritura la placa de ateroma mediante el inflado a varias atmósferas con suero fisiológico de un baloncillo de látex situado en el extremo distal del catéter. 

El efecto es espectacular en un principio. La arteria, ensanchada súbitamente, deja pasar de nuevo la sangre, pero como ya sospechará, la placa arterioesclerótica triturada por el baloncillo de la angioplastia va a cicatrizar con rapidez, con una proliferación de células. En el 40% de los casos, se asiste a una reestenosis (reaparición del estrechamiento después de haber sido corregido), a menudo peor que la primera, algo que puede ocurrir desde la primera semana hasta pasado un año después de la angioplastia por el globito. Porque a pesar de la angioplastia, el proceso arterioesclerótico continúa. 

«Que no tiene nada que ver con eso», respondieron los cardiólogos a finales de la década de 1980, una vez confirmados los enormes límites de esta técnica. «Colocaremos en la arteria un muelle especial para impedir que se estreche de nuevo». A este invento se le bautizó como “stent”, y desde entonces se empezaron a poner stents por todas partes, olvidando que: 


  1. Una vez colocado, el stent no se puede retirar; si provoca un problema... el paciente deberá aprender a vivir (o a morir) con él.

  2. El stent, como ya supondrá, no es liso como el endotelio, sino que, por el contrario, a las plaquetas sanguíneas les encanta pegarse a él y formar un coágulo, lo que obliga a suministrar al operado medicamentos antiagregantes (el tipo de la aspirina o el clopidogrel) que aumentan el riesgo de hemorragia (entre ellos el ACV hemorrágico).

  3. De todas formas, algunos elementos procoagulantes de la sangre pueden invadir el stent, provocar una nueva trombosis y acabar por ocluirlo (lo que ocurre en el 25% de los casos).


«No tiene nada que ver con eso», volvieron a responder los estudiosos en cardiología. 

Así, a principios de la década de los 2000 inventaron el stent “activo”, es decir, forrado de sustancias que bloquean la reestenosis (son los llamados stents “impregnados” o “medicalizados” con rapamicina, también conocida como sirólimus, que inhiben la trombosis intra-stent). Sí, de acuerdo, pero, en este caso, aunque las células endoteliales no vuelvan al stent, el paciente debe seguir tomando antiagregantes durante años. 

Ahora bien, quien dice tomar medicamentos antiagregantes a largo plazo dice no sólo riesgo hemorrágico, sino también úlceras en el estómago; de ahí la necesidad de tomar medicamentos contra la acidez, que tienen el (enorme) inconveniente de impedir una buena digestión de los alimentos y provocan carencias en nutrientes esenciales. 


Los cardiólogos, entre la espada y la pared


Durante mucho tiempo, estos inconvenientes se minimizaron, pero en la actualidad se han apoderado de los cardiólogos unas dudas terribles. 

Desde 2007 se empezaron a dar cuenta de que ACV hemorrágicos se habían extendido más de lo que se pensaba (el 40% de los casos) y que, entre el 60% restante, el 40% era de causa no conocida. 

En la actualidad se reconoce la utilidad limitada de las estatinas, se tiende a ser más permisivo en el consumo de algunas grasas y se sigue creyendo firmemente en la utilidad de las medidas preventivas (dieta y ejercicio), y sólo se apuesta por medidas como la angioplastia más stent o la cirugía del by-pass aortocoronario cuando las circunstancias lo indican como la única alternativa. 

En 2004, el cardiólogo alemán Rainer Hambrecht se hizo famoso al comparar dos grupos de personas que sufrían estenosis coronaria. El primer grupo no se sometió a ninguna operación, no tomó ningún medicamento y practicaba ejercicio de forma moderada. El otro grupo se deshizo de su estenosis colocando un stent y volvieron a su vida anterior. Al cabo de 12 meses, el 42% de los pacientes que recibió un stent había tenido complicaciones, frente a tan sólo el 12% del grupo que cambió de estilo de vida. Además, en este grupo que hacía ejercicio, los pacientes evidentemente estaban en mejor forma. 

Por lo tanto, con la máxima celeridad, hay que dejar de atiborrar de medicamentos a las personas enfermas del corazón y de las arterias, y hay que evitar, en la medida de lo posible, toda operación que no sea urgente. Por el contrario, las personas que padezcan arterioesclerosis o que hayan tenido un accidente cardiovascular deben darse prisa y recuperar un modo de vida sano, con ejercicio moderado todos los días, siguiendo la dieta mediterránea (por ejemplo la dieta cretense, que es la tradicional de los habitantes de Creta, basada en frutas, verduras, legumbres, cereales poco refinados, aceite de oliva, sazonar con ajo, cebolla, perejil, albahaca, eneldo, etc.) y, sobre todo, sin tomar medicamentos contra el colesterol, ineficaces para prevenir los accidentes, pero con posibles efectos secundarios graves. 


¿Cómo motivarse para cambiar de forma de vida?


Esta nueva generación de cardiólogos se enfrenta a un grave problema: se han percatado de que lo que sus pacientes necesitan no es un nuevo medicamento, ni un avance tecnológico, sino apoyo humano que les motive a cambiar de forma de vida. Y eso es porque nadie ha pensado en formarlos en este campo en la facultad de medicina. 

En nuestra época, a menudo nos vemos atrapados en un ciclo infernal que nos hace creer que incluso practicar deporte de modo habitual y preparar a fuego lento platos ecológicos es algo totalmente utópico. 

El doctor Michel de Lorgeril, experto internacional en cardiología y nutrición, cardiólogo e investigador del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica, de Francia), miembro de la Sociedad Europea de Cardiología y autor de numerosas publicaciones, pone el ejemplo siguiente en su libro “Prévenir l'infarctus et l'AVC” (Prevenir el infarto y el accidente cerebro vascular –ACV-): 

«Para aguantar el tipo, fumo; para relajarme, fumo; sacrifico la calidad de las comidas e incluso, para ir más rápido, me salto las comidas… y dedicar dos o tres veces por semana al footing es la última de mis intenciones, porque fumo y mi mala nutrición me sume en un estado de fatiga crónica » (5) 

Así se resume el problema y la tentación a veces irresistible que supone para los cardiólogos recetar sencillamente medicamentos para bajar la presión arterial, la tasa de colesterol y la coagulación de sus pacientes, así como proponerles operaciones quirúrgicas. 

Los medicamentos los puede ir a buscar cualquiera a la farmacia y tomarlos dos o tres veces al día acompañados de un vaso de agua. Las operaciones cuestan más caras, pero aun así basta con reservar hora en el quirófano. El paciente llega por la mañana, le ponen anestesia y sale unos días más tarde. Así es como se organiza nuestro sistema de salud. 

Por el contrario, introducir cambios en el estilo de vida (modificar la dieta, hacer ejercicio físico, adelgazar, etc.) no siempre es fácil y muchos pacientes, no suficientemente bien informados por los médicos, no aceptan estos cambios, con lo que la eficacia del enfoque terapéutico queda seriamente reducido. 

Porque decidirse a cambiar radicalmente de estilo de vida pone en duda gran cantidad de cosas. 

Uno se pregunta: ¿Por qué debería hacer este esfuerzo? ¿Qué me va a motivar realmente a levantarme cada mañana y salir a hacer ejercicio? ¿Cómo renuncio a todos esos alimentos que sé que hacen daño a la salud pero que me son imprescindibles para levantar el ánimo y soportar las frustraciones de la vida diaria? ¿De dónde saco la energía para cambiar de profesión e irme a vivir a un lugar donde ganaré menos, sin duda, donde estaré menos reconocido, pero donde llevaré una vida sana, que me permitirá vivir más tiempo y con una mejor salud? En el fondo, ¿tengo realmente ganas de mejorar? 

Para responder a todas estas preguntas, no basta con una simple receta médica, ni incluso con varias sesiones en el psicólogo. 

Se trata de toda una reflexión sobre “por qué vivo” y “para qué vivo” que hay que emprender. Corregir, a veces desde cero, las malas elecciones que se han tomado a lo largo de la vida. 

¿Y dónde encuentro consejos dignos de fiar? ¿Cómo evito a los manipuladores y a los incompetentes que sólo quieren mi dinero? 


Una ayuda modesta, pero gratuita, por correo electrónico


Desde nuestra posición, intentamos avanzar por este camino para intentar llegar a las personas que lo desean con una ayuda modesta, pero gratuita, a través de los mensajes de este boletín electrónico, como el que ahora mismo está leyendo. 

A veces, por la noche, me despierta una idea que me parece clara, útil y evidente, pero muy a menudo se vuelve menos clara con la luz del día... Entonces hay que ponerse a trabajar, laboriosamente, e intentar encontrar ideas constructivas que ayuden a vivir. Ideas sobre la felicidad o la tristeza, sobre la salud o la enfermedad, sobre los pacientes o la medicina, que ayudan a despejar el camino. A veces, como el mensaje en una botella tirado al mar, llega a nuestra mesa la opinión de un lector, de una lectora, que nos escribe diciendo que nuestros mensajes le han ayudado, que su salud ha mejorado, que ve la vida de otro modo y de una manera más positiva gracias aTener Salud… Eso siempre es motivo de gran alegría. Y nos ponemos de nuevo manos a la obra para ayudar a las personas que lo desean a introducir los cambios que les aportarán más vida, más salud y más felicidad, tanto a ellas como a las personas que les rodean. 

Es por eso que una vez más le animo a que invite a sus familiares y amigos a unirse a nosotros. Símplemente tendrán que hacer clic en este enlace e indicarnos en qué e-mail quieren empezar a recibir gratis Tener S@lud. Seguro que se lo agradecerán. 

¡A su salud! 

Juan-M. Dupuis 

martes, 17 de marzo de 2015

¡Qué suerte vivir en estos tiempos!

Nuestros antepasados cazadores-recolectores, que vivían antes de la introducción de la agricultura, pocas veces se veían afectados por las enfermedades crónicas que en la actualidad afectan masivamente a las poblaciones: 


  • diabetes
  • hipertensión
  • caries
  • arteriosclerosis (arterias rígidas y obstruidas)
  • obesidad
  • determinados cánceres (pulmón, colon, mama…)
  • problemas psíquicos varios: hiperactividad, autismo, depresión, etc.
Esta salud de hierro la debían a su modo de vida y, sobre todo, a la alimentación. 

Sencillamente, no consumían ninguno de los productos básicos de la alimentación moderna: productos industriales a base de cereales (pan, pasta, bollería), golosinas, bebidas azucaradas, productos lácteos en grandes cantidades (sin tener en cuenta todos los estudios recientes sobre la leche y el cáncer, los problemas digestivos así como las enfermedades del esqueleto, las alergias y las enfermedades autoinmunes, como la diabetes de tipo 1). 

Entonces, ¿qué comían? 

La alimentación de los cazadores-recolectores

Nuestros antepasados se alimentaban de verdura, fruta, nueces, determinadas hojas, flores, raíces y semillas que encontraban en la naturaleza, así como de pescado, crustáceos y carne de caza, según las zonas donde vivían. 

Cuanto más cerca estaban del ecuador terrestre, más rica era su dieta en productos vegetales. Aquellos que vivían en las regiones frías y montañosas se alimentaban esencialmente de la caza, con el caso extremo de los inuits (esquimales) cuya alimentación, pero también el modo de vida (ropa, herramientas, materiales de construcción), procedían de la caza de focas y de la pesca. 

La otra cara de la moneda

En este estadio, para nosotros, las personas del siglo XXI, es fácil imaginar una vida idílica en la que pizzas, patatas fritas y lasañas congeladas serían sustituidas por generosos platos de pescado salvaje asado, amenizado con ensaladas frescas de aguacate, brotes de espinaca y otras hortalizas de hoja, y seguido de una buena macedonia fresca de fruta variada. 

Pero claro está que la diversidad de los vergeles, de las huertas y, sobre todo, de los estantes de los supermercados de hoy, no existía ni de lejos en esa época. 

Si, por ejemplo, usted fuera un cazador-recolector de la Europa occidental en esa época, la única fruta para consumir que tendría a su disposición sería la grosella y la uva espina. Por supuesto, la grosella no se presentaba en un bote de mermelada o de jalea de color rojo. Sería la grosella de los arbustos, sin azúcar, con muchas pepitas y gran acidez. 

¿Y las manzanas y las peras? Sólo estaban en el Cáucaso, una región montañosa a 4.000 kilómetros hacia el este. 

¿Y la uva, las cerezas, las ciruelas? Había que acercarse a Mesopotamia. 

¿Y las fresas? Sólo crecían en Estados Unidos y Argentina, al otro lado del Atlántico. 

¿Y las frambuesas y las moras? También en Estados Unidos. 

En cuanto al limón, la naranja, el pomelo y el plátano, ni pensarlo; había que ir al sudeste asiático, un destino que todavía en la actualidad, en la era del Aribus 380, sigue siendo un viaje interminable… 

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más info en este vídeoNutriterapia: ¿Sabía que tomar un plátano (no demasiado maduro) al día puede ayudarle a prevenir la hipertensión arterial, las arritmias y protegerle contra el infarto?

Descubra más en este vídeo.

Continúa el e-letter de hoy: 

¿Y qué pasa con las verduras?

En la Europa occidental no crecían en estado natural más que coles, zanahorias, habas y nabos. 

Los tomates, las judías y las calabazas, que imaginamos con tanta facilidad en los huertos medievales, no llegaron a Europa hasta el siglo XVI, después de que Cristóbal Colón desembarcara en América, y la patata no lo hizo hasta el siglo XVIII. 

La cebolla, las espinacas, la remolacha, los espárragos, el apio, los guisantes, la lechuga y el rábano sólo crecían Oriente Medio. 

La berenjena y el pepino sólo existían en la India. 

En otras palabras, en las cocinas de la época de los cazadores-recolectores hacía falta una imaginación increíble para llegar a componer sopas de verduras y, además, no había apenas ingredientes con los que aderezarlas. 

Moraleja

Está muy bien, incluso es excelente, inspirarse al máximo en la dieta de los antiguos cazadores-recolectores para vivir sanamente y aportar al organismo una alimentación adaptada a sus necesidades. Pero alegrémonos (y mucho) de vivir en una época en la que podemos variar con tanta facilidad los placeres de la alimentación. 

Y aprovechemos la extraordinaria diversidad de verduras y frutas que encontramos hoy en día en las tiendas, o que podemos cultivar en los huertos, para jugar con toda la gama de sabores y texturas que nos estimulan las papilas gustativas y aportan tantos buenos nutrientes al organismo. 

¡A su salud! 

Juan-M. Dupuis 

jueves, 12 de marzo de 2015

LA ENFERMEDAD Y EL ÁRBOL GENEALÓGICO



Nuestro cuerpo refleja los problemas o enfermedades heredadas del árbol.
Hemos de tener en cuenta que en cada zona corporal conviven tres informaciones:
1.-La memoria de nuestro árbol genealógico
2.-La memoria biográfica personal
3.-Los mensajes que el sabio interior nos envía a través del cuerpo

1.- La memoria de nuestro árbol genealógico La familia está viva en la piel, en el cuerpo, está hablando. Hasta tal punto que podemos reconocer a nuestro árbol por la huella que este ha dejado en nosotros…

2.-La memoria biográfica personal Desde la manera en la que somos concebidos, hasta el efecto que nos ha causado la regaña del jefe, pasando por el tipo de parto, como nos han acariciado de niños, todo queda escrito en el cuerpo. Por ejemplo, consideramos que el peso de la culpa se asienta en la parte alta de la espalda y los traumas infantiles en los pies. La piel es un gran lienzo en la que queda escrita la historia de nuestras relaciones con el mundo.

3.- Los mensajes que el sabio interior nos envía a través del cuerpo Nuestro cuerpo es el mapa físico de nuestra conciencia, un fiel reflejo de cómo funcionamos en las distintas áreas de la vidaCualquier síntoma físico es una oportunidad para hacernos conscientes de que hay un área en nuestra vida que necesita atención
El cuerpo en su totalidad se inclina al andar: hacia atrás o hacia delante Estaremos huyendo del pasado si caminamos inclinándonos ligeramente hacia delante. Si nos inclinamos hacia atrás al andar tenemos miedo a entrar en la vida.

La cabeza también puede simbolizar al padre y a todos los ancestros varones. Caminar con la cabeza por delante es igual a no reconocer nuestros deseos, andamos refugiados en el intelecto.
Los tumores cerebrales tienen que ver con los secretos escondidos del árbol. Las migrañas con las retenciones sexuales.

Los ojos como conjunto son de carácter masculino.
El ojo derecho es el intelectual, el racional. El izquierdo es el del corazón, el ojo profundo, el de la receptividad.
La boca y las orejas simbolizan el linaje materno (son receptivas). La sordera en el oído izquierdo puede ser algo que no quiero escuchar del linaje femenino.
Los dientes picados son el resultado de la rabia no expresada.
La garganta es el canal de expresión y de creatividad. Tras una amigdalitis se esconde el miedo, las emociones reprimidas y la creatividad sofocada.
El pecho: aquí está la relación corazón-emociones. Si no nos han amado desarrollaremos un pecho endurecido e insensible.

Las manos son el símbolo de la elección. La mano derecha es el símbolo de la elección racional, sin fe. La izquierda es la intuitiva.
Las uñas son nuestras defensas simbólicas… ¿Heredamos uñas de mucho grosor?
La espalda: los problemas simbolizan que cargas a los padres. Si no nos acariciaron de pequeños podemos sufrir una desviación de columna.

 En la espalda se van archivando los conflictos no resueltos de nuestro pasado:
-En la parte lumbar está la conexión con nuestra sexualidad y creatividad (los padres)
-En la parte dorsal es la conexión con nuestra parte emocional (los abuelos en el árbol)
-En la parte cervical nos conectamos con nuestro intelecto (los bisabuelos)

El vientre: la madre y todo lo que “digerimos de la vida”.
Los problemas de estómago están asociados al miedo, a la angustia y la ansiedad.
La pelvis se conecta con la sexualidad y con nuestros padres. El miedo a la sexualidad puede traducirse en una pelvis movida hacia atrás.
Las rodillas nos muestran nuestra flexibilidad, nuestra adolescencia. Si vivimos encerrados en nuestro castillo, inflexibles, sufriremos con las rodillas.

Los pies simbolizan el territorio, conectados con nuestra hermandad. Cuando no estamos viviendo nuestra vida, caminamos como un ladrón sin hacer ruido. Si somos hijos de padres divorciados, o separados…las puntas de los pies se separan. Vivimos una época de regresión a la infancia…las puntas de los pies miran hacia dentro. Cuando los pies se inclinan hacia fuera nos señalan que no tenemos un lugar en el mundo.

Somos un espíritu que utiliza un cuerpo de vehículo para pasearnos por esta vida, pero él no es una carrocería inerte, cada célula contiene lo que fueron nuestros ancestros y lo que somos nosotros. Y no olvidemos lo que dice el proverbio chino“Nada sienta mejor al cuerpo que el crecimiento del espíritu”.

Serrapeptasa: un potente antiinflamatorio natural


Existe una alternativa natural a la aspirina, al paracetamol, al ibuprofeno, al diclofenaco (voltarén) y a otros antiinflamatorios no esteroideos. Se trata de una enzima proteolítica (que parte las proteínas) llamada serrapeptasa.

La produce una bacteria del intestino del gusano de seda, y sirve para disolver la pared del capullo y así permitir al gusano de seda liberarse.

En las personas, y por extensión, la serrapeptasa libera al cuerpo de todos los tejidos muertos sin atacar las células vivas del entorno. Su acción está más focalizada que la de los antiinflamatorios no esteroideos, que inhiben la acción de las enzimas COX-1 y COX-2, y que provocan a la vez numerosos efectos indeseables:

  • ardor en el tubo digestivo
  • úlceras
  • erosión del intestino
  • hemorragia o perforación de las mucosas gástricas
  • insuficiencia renal
  • hipertensión arterial y otros problemas cardiovasculares
  • hepatitis medicamentosa del hígado
  • edemas (hinchazón) en las piernas
  • ataques de asma
Por el contrario, la serrapeptasa no irrita el sistema digestivo. De hecho, no se ha observado que los tratamientos con serrapeptasa tengan ningún efecto secundario. (1)

Sin embargo, para disminuir el dolor, la serrapeptasa no es tan eficaz como los antiinflamatorios no esteroideos que se conocen. Por lo tanto, no es estrictamente idéntica a los medicamentos habituales.

La historia de una curación improbable

Dennis Gore, un farmacéutico de Manchester especializado en remedios naturales, cuenta la siguiente anécdota:

En 2002, un hombre de 60 años muy enfermo acudió a su farmacia en silla de ruedas, empujado por su mujer. Estaba aquejado de enfermedad pulmonar crónica obstructiva (EPOC) y de enfisema pulmonar. El hombre tenía que respirar oxígeno de una botella, tomaba antibióticos y utilizaba permanentemente un spray esteroideo para calmar la inflamación crónica. Estos tratamientos le debilitaban las defensas inmunitarias, por lo que era muy vulnerable a las infecciones y a los efectos secundarios debidos a los corticoides. Se trataba de un caso desesperado.

Este hombre había oído a Dennis Gore hablar en la BBC de unos estudios europeos sobre la eficacia de la serrapeptasa para desobstruir los bronquios y los vasos sanguíneos, y quería probar la famosa serrapeptasa. Dennis le aconsejó empezar por dos cápsulas de 20.000 UI cuatro veces al día y luego disminuir la dosis en cuanto observara los primeros efectos.

Tres semanas más tarde, un hombre fuerte entró con paso firme en la farmacia y preguntó a Dennis si se acordaba de él. Dennis se quedó mudo. Era el hombre que había llegado en silla de ruedas hacía unas pocas semanas. Había dejado los antibióticos, los aerosoles antiinflamatorios y ya no necesitaba la botella de oxígeno.

Dos años más tarde, seguía en forma ¡y eso que no había dejado de fumar! (2)

Los médicos ya la utilizan

Al constatar la eficacia de la serrapeptasa, numerosos médicos se pusieron a recetarla en sustitución de los tratamientos contra el dolor y antiinflamatorios habituales en caso de cirugías, otorrinolaringología, ortopedia, ginecología e intervenciones dentales. (3)

Hoy en día se sabe cómo cultivar la serrapeptasa en laboratorio, lo que facilita el acceso a esta enzima.

Triple acción

Se cree que la serrapeptasa actúa de tres maneras diferentes sobre las inflamaciones:
  1. Reduce el dolor al bloquear en los tejidos inflamados la secreción de las bradiquininas, que provocan el dolor.
  2. Diluye los fluidos que se producen en una inflamación, lo que acelera la circulación de los fluidos y la reparación de los tejidos. Un estudio japonés ha demostrado que la serrapeptasa volvía más líquida la mucosidad nasal. (4)
  3. Disuelve las fibrinas, unos subproductos de la coagulación sanguínea, así como los demás tejidos muertos o dañados, sin tocar los tejidos sanos. Esto podría permitir la disolución de la placa de ateroma, sin dañar el interior de las arterias. Una placa de ateroma aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. (5)
La serrapeptasa impide que los elementos tóxicos producidos en los tejidos inflamados se acumulen en el cuerpo. Si este trabajo de limpieza no se lleva a cabo, la hiperactividad inflamatoria provoca numerosas enfermedades: cáncer, artritis (inflamación crónica de las articulaciones), arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares, diabetes, alzheimer...

Estudios prometedores

La eficacia de la serrapeptasa hoy está fuera de toda duda. Sin embargo, se está a la espera de una mayor investigación que corrobore lo que apuntan los hechos.

Cochrane es una red independiente de investigadores, profesionales de la medicina, pacientes, etc. de más de 120 países. Sus obras tienen reconocimiento internacional y se publican en las revistas médicas más exigentes (en particular, el British Medical Journal). Asimismo, ocupa un puesto en la asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pues bien, el año 2013, Cochrane pasó revista a todos los ensayos clínicos sobre la serrapeptasa. Entre los 16 ensayos clínicos censados, ninguno tenía la calidad metodológica requerida para ser considerado fiable (población demasiado pequeña, sin control por placebo, sin doble ciego, etc.). Esta síntesis de los ensayos clínicos existentes hasta el momento no ha podido confirmar la eficacia de la serrapeptasa como antiinflamatorio y analgésico. (6)

Esta amplia síntesis de Cochrane se elaboró tras la decisión en 2011 del gigante farmacéutico japonés Takeda de dejar de vender su medicamento Dazen, a base de serrapeptasa. El problema era que dicho medicamento estaba infradosificado, a 10.000 UI, allí donde habría que tomar como mínimo 120.000 UI al día para demostrar su eficacia. Además, al ser la serrapeptasa un producto natural, no se puede patentar, lo que quiere decir que la competencia de los genéricos es más fuerte y que los márgenes del laboratorio sobre las ventas son pequeños.

Pese a todo, hay varios estudios que han confirmado un efecto positivo de la serrapeptasa:

  • Se llevó a cabo un estudio en 66 pacientes sometidos a cirugía tras una rotura de ligamentos. Para curar la inflamación y el dolor postoperatorios, los pacientes recibieron serrapeptasa o hielo de aplicación local. Pasados tres días, la hinchazón y el dolor habían disminuido mucho más en el grupo tratado con serrapeptasa. (7)
  • En otro estudio, la serrapeptasa fue testada en 70 pacientes aquejados de una dolorosa obstrucción en los conductos mamarios (galactóforos). En unos días, las pacientes tratadas con serrapeptasa observaron una mejoría neta en relación con el grupo placebo. (8)
  • Un estudio más amplio, con 193 sujetos, fue llevado a cabo por un equipo de investigadores italianos. Probaron la eficacia de la serrapeptasa en doble ciego contra un placebo para las infecciones agudas o crónicas de garganta, nariz y oído. Los sujetos tratados con serrapeptasa vieron una mejoría de sus síntomas con más rapidez.
Además, la tolerancia de los pacientes a los tratamientos ha demostrado ser muy buena. La serrapeptasa se ha demostrado eficaz contra las inflamaciones, las hinchazones y la fibrina, que interviene en la composición del coágulo y puede llegar a obstruir la circulación sanguínea (9)

Consejos prácticos

Tomar una cápsula con el estómago vacío, una media hora antes de comer o dos horas después. Lo ideal es tomar una cápsula al despertarse o antes de irse a dormir.

Acompañar la cápsula con un buen vaso de agua. El tratamiento es apto a partir de 1 año de edad. Para facilitar la absorción en los niños más pequeños, puede abrir la cápsula y mezclarla directamente con agua.

No se conoce ninguna interacción con otros tratamientos ni se ha observado tampoco ningún efecto secundario. La serrapeptasa es apta para tratamientos a largo plazo.

¿Es para usted la serrapeptasa?

La serrapeptasa no tiene ningún efecto secundario. Si después de leer todo lo anterior, se está planteando probarla, le animo a ello, pues pueden sorprenderle los resultados. La serrapeptasa puede ser un gran hallazgo en su vida si…

… si cada vez que toma un ibuprofeno o similar, piensa: “otro medicamento químico, ¡pobre cuerpo mío!”

… si teme los efectos secundarios cada vez que toma algo

… si tiene miedo de las interacciones con otros tratamientos

… si antes de tomar un medicamento químico, preferiría tomar un producto natural

… si apretar los dientes para olvidar el dolor no le parece una buena solución

Si se siente identificado con alguno de los puntos anteriores, entonces la serrapeptasa es quizás la alternativa.

La serrapeptasa que usted puede encontrar en herbolarios y tiendas especializadas no es de origen animal (es decir, no es la enzima que procede del gusano), sino que se obtiene de forma totalmente natural cultivada en el laboratorio. Puede encontrarla en su establecimiento de confianza de complementos alimenticios y naturales. Y si quiere pedirla ahora directamente, con la seguridad de adquirir serrapeptasa de alta calidad, puede hacerlo aquí.

¡A su salud!

Juan-M. Dupuis

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Fuentes

  1. Superfoods scientific research, Serratiopeptidase Dosage And Benefits 
  2. Mike Adams, Site Naturalnews consulté le 26 août 2014, Serrapeptase is an Inexepensive Natural Miracle Medication
  3. Site Wikipédia consulté le 26 août 2014, La Serrapeptase
  4. Y. Majima, et al., The effect of an orally administered proteolytic enzyme on the elasticity and viscosity of nasal mucus, Archives of Otorhinolaryngology, 1988, 244 (6), 355-9 
  5. Magazine de la Life Extension Foundation, All about supplements
  6. Bhagat S., et al., Serratiopeptidase: a systematic review of the existing evidence, International Journal of Surgery 2013;11(3):209-17. doi: 10.1016/j.ijsu.2013.01.010. Epub 2013 Feb 1. 
  7. Esch PM, et al., Reduction of postoperative swelling. Objective measurement of swelling of the upper ankle joint in treatment with serrapeptase-- a prospective study, [étude en allemand], Fortschr Med. 1989 Feb 10;107(4):67-8, 71-2.
  8. Kee WH, et al., The treatment of breast engorgement with Serrapeptase (Danzen): a randomised double-blind controlled trial, Singapore Medical Journal. 1989 Feb;30(1):48-54 
  9. Mazzone A., et al., Evaluation of Serratia peptidase in acute or chronic inflammation of otorhinolaryngology pathology: a multicentre, double-blind, randomized trial versus placebo, J Int Med Res. 1990 Sep-Oct;18(5):379-88. 

Cáncer: El secreto mejor guardado



 El Cáncer: El Secreto Mejor Guardado
Written By: Eduardo Duendes2
|
febrero 27, 2015
|
Posted In:
Salud, Meditación Y Mas –  El cáncer: El secreto mejor guardado

24-02-2015

DATOS DE COMPRA En el año 1931 el científico Otto Heinrich Warburg (1883-1970) recibió el premio Nobel por descubrir la causa primaria del cáncer en su tesis “La causa primaria y la prevención del cáncer”.

Según el Sr. Warburg, el cáncer es la consecuencia de una alimentación antifisiológica y un estilo de vida antifisiológico.

¿Por qué?

Una alimentación antifisiologica (dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo), crea en nuestro organismo un entorno de acidez y éste, a su vez, provoca la expulsión del oxígeno de las células. El Sr. Warburg afirmó:

- “La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de una misma moneda: cuando usted tiene uno, usted tiene el otro”.

- “Las substancias ácidas rechazan el oxígeno; en cambio, las substancias alcalinas atraen el oxígeno”.

- “Privar a una célula de oxígeno durante 48 horas puede convertirla en cancerosa”.

- “Todas las células normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células cancerosas pueden vivir sin oxígeno (esta es una regla sin excepción)”.

- “Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son tejidos alcalinos”.

En su obra “El metabolismo de los tumores”, Warburg demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: la acidosis y la hipoxia (falta deoxígeno).

También descubrió que las células cancerosas son anaerobias (no respiran oxígeno) y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno.

En cambio, sobreviven gracias a la glucosa siempre y cuando el entorno este libre de oxígeno.

Por lo tanto, el cáncer no sería nada más que un mecanismo de defensa que tienen ciertas células del organismo para continuar con vida en un entorno ácido y carente de oxígeno.

Las células sanas viven en un entorno alcalino y oxigenado, lo cual permite su normal funcionamiento.

Una vez finalizado el proceso de la digestión, los alimentos generarán una condición de acidez o alcalinidad al organismo en función de la calidad de las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, los minerales y las vitaminas.

El resultado acidificante o alcalinizante se mide a través de una escala llamada PH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el PH 7 un PH neutro.

Es importante saber cómo afectan a la salud los alimentos ácidos y alcalinos, ya que para que las células funcionen en forma correcta y adecuada su PH debe ser ligeramente alcalino.

En una persona sana el PH de la sangre se encuentra entre 7,40 y 7,45. Tener en cuenta que si el PH sanguíneo cayera por debajo de 7 entraríamos en un estado de coma próximo a la muerte.

De acuerdo con lo expuesto aquí, se pueden generar dos listas de alimentos que acidifican y alcalinizan el organismo:

- Azúcar refinada y todos sus productos (el peor de todos: no tiene ni proteínas, ni grasas, ni minerales, ni vitaminas; solo hidratos de carbono refinados que estresan al páncreas. Su PH es de 2,1, es decir, que es altamente acidificante).

Carnes (todas).

- Leche de vaca y todos sus derivados.

- Sal refinada.

- Harina refinada y todos sus derivados (pastas, galletitas, etc.).

- Productos de panadería (la mayoría contienen grasas saturadas, margarina, sal, azúcar y conservantes).

- Margarinas.

- Gaseosas.

- Cafeína.

- Alcohol.

- Tabaco.

- Medicinas.

- Cualquier alimento cocinado (La cocción elimina el oxigeno y lo trasforma en ácido) inclusive las verduras cocinadas.

- Todo lo que contenga conservantes, colorantes, aromatizantes, estabilizantes, etc: todos los alimentos envasados.

Constantemente la sangre se encuentra autorregulándose para no caer en acidez metabólica, de esta forma garantiza el buen funcionamiento celular, optimizando el metabolismo.

El organismo debería obtener de los alimentos las bases (minerales) para neutralizar la acidez de la sangre de la metabolización, pero todos los alimentos ya citados aportan muy poco y en contrapartida desmineralizan el organismo, sobre todo los refinados.

Hay que tener en cuenta que en el estilo de vida moderno estos alimentos se consumen todos los días del año.

Alimentos Alcalinizantes (Saludables y favorables a la vida)

- Todas las verduras crudas (algunas son ácidas pero dentro del organismo tienen reacción alcalinizante, otras son levemente acidificantes pero consigo traen las bases necesarias para su correcto equilibrio) y crudas aportan oxígeno, cocidas no.

- Frutas, igual que las verduras, pero por ejemplo el limón tiene un PH aproximado de 2.2, pero dentro del organismo tiene un efecto altamente alcalinizante (quizás el más poderoso de todos). Las frutas aportan saludables cantidades de oxigeno.

- Semillas: aparte de todos sus beneficios, son altamente alcalinizantes, como por ejemplo las almendras.

- Cereales integrales: El único cereal integral alcalinizante es el mijo, todos los demás son ligeramente acidificantes pero muy saludables. Todos deben consumirse cocidos.

- La miel (es altamente alcalinizante).

- La clorofila de las plantas (de cualquier planta) es altamente alcalinizante (sobre todo el aloe vera).

- El agua es importantísima para el aporte de oxigeno “La deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la raíz de la mayor parte de las enfermedades degenerativas” afirma el Dr. Feydoon Batmanghelidj

- El ejercicio oxigena todo tu organismo, el sedentarismo lo desgasta.

El Doctor George w. Crile, de Cleverand, uno de los cirujanos más importantes del mundo declara abiertamente: “Todas las muertes mal llamadas naturales no son más que el punto terminal de una saturación de ácidos en el organismo”.

Contrario a lo anterior es totalmente imposible que un cáncer prolifere en una persona que libere su cuerpo de la acidez, nutriéndose con alimentos que produzcan reacciones metabólicas alcalinas y aumentando el consumo del agua pura y que, a su vez, evite los alimentos que originan dicha acidez, y se cuide de los elementos tóxicos.

En general el cáncer no se contagia ni se hereda…lo que se hereda son las costumbres alimenticias, ambientales y de vida que lo producen.”

Mencken escribió: “La lucha de la vida es en contra de la retención de ácido.

El envejecimiento, la falta de energía, el mal genio y los dolores de cabeza, enfermedades del corazón, alergias, eczemas, urticaria, asma, cálculos y arteriosclerosis no son más que la acumulación de ácidos.”

El Dr. Theodore A. Baroody dice en su libro “Alkalize or Die” (alcalinizar o morir): “En realidad no importa el sin número de nombres de enfermedades. Lo que sí importa es que todas provienen de la misma causa básica: muchos desechos ácidos en el cuerpo” .

El Dr. Robert O Young dijo: “El exceso de acidificación en el organismo es la causa de todas las enfermedades degenerativas.

Cuando se rompe el equilibrio y el organismo comienza a producir y almacenar más acidez y desechos tóxicos de los que puede eliminar, entonces se manifiestan diversas dolencias.

¿Y la quimioterapia?

La quimioterapia acidifica el organismo a tal extremo, que este debe recurrir a las reservas alcalinas de forma inmediata para neutralizar tanta acidez, sacrificando bases minerales (Calcio, Magnesio, Potasio) depositadas en huesos, dientes, uñas, articulaciones y cabellos.

Es por ese motivo que se observa semejante degradación en las personas que reciben este tratamiento, y entre tantas otras cosas, se les cae a gran velocidad el cabello.

Para el organismo no significa nada quedarse sin cabello, pero un PH acido significaría la muerte.

¿Es necesario decir que esto no se da a conocer porque la industria del cáncer y la quimioterapia son uno de los negocios mas multimillonarios que existen hoy en día?

¿Es necesario decir que la industria farmacéutica y la industria alimenticia son una sola macabra entidad?

“Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea el alimento”. Hipócrates.

http://www.empoderasalud.com/el-cancer-el-secreto-mejor-guardado/

Un país con 1200 millones de habitantes donde según diversos estudios casi la mitad pasan hambre.

Una nación del tamaño de un continente donde grandes multinaciones quieren apoderarse del negocio agrícola.

Aunque el gobierno inicio un plan para subsidiar la alimentación de gran parte de la población lo cierto es que la situación en el campo es totalmente deplorable.

Más de 200 mil campesinos se han suicidado durante la útlima década en el estado de Maharashtra ante su incapacidad para enfrentarse a los productos transgenicos de grandes empresas que han cambiado los hábitos alimenticios de una importante parte de la población.