El Tema de Hoy
Los aceites esenciales son mezclas de varias sustancias químicas biosintetizadas por las plantas, que dan el aroma característico a algunas flores, árboles, frutos, hierbas, especias, semillas y a ciertos extractos de origen animal (almizcle, civeta, ámbar gris). Se trata de productos químicos intensamente aromáticos, no grasos (por lo que no se enrancian), volátiles por naturaleza (se evaporan rápidamente) y livianos (poco densos). Son insolubles en agua, levemente solubles en vinagre, y solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites vegetales. Se oxidan por exposición al aire.Se han extraído más de 150 tipos, cada uno con su aroma propio y virtudes curativas únicas. Proceden de plantas tan comunes como el perejil y tan exquisitas como el jazmín. Para que den lo mejor de sí, deben proceder de ingredientes naturales brutos y quedar lo más puro posible.
Las plantas elaboran los aceites esenciales con el fin de protegerse de las enfermedades, ahuyentar insectos depredadores o atraer insectos benéficos que contribuyen a la polinización.
Los aceites esenciales son característicos de los magnoliales, los laurales, los austrobaileyales, y los piperales, y también de algunas familias no emparentadas con estos órdenes, como Myrtaceae, Rutaceae, las familias de apiales, Lamiaceae, Verbenaceae y Asteraceae.
Están presentes en distintas partes de la planta:
- en las flores (como en el caso de la lavanda, el jazmín y la rosa)
- en todo el árbol (como sucede con el eucaliptus)
- en las hojas (la citronela)
- en la madera (el sándalo)
- en la raíz (el vetiver)
- en la resina que exhudan (el incienso, la mirra y el benjuí)
- en la cáscara de los frutos (el limón, la naranja y la bergamota)
Dentro de los tejidos vegetativos, se encuentran en células esféricas o diferentes cavidades o canales en el parénquima, y cuando dan el olor a las flores, se encuentran en las glándulas odoríferas, desde donde son liberados.
Los aceites esenciales son muy inestables: volátiles, frágiles, y alterables con la luz. Para obtenerlos de la fuente natural, se utilizan principalmente dos métodos:
- Destilación en corriente de vapor (o por arrastre de vapor).
- Extracción, que puede ser por presión en frío (exprimiendo sin calentar), por enfleurage, entre otros. También se pueden extraer aceites esenciales mediante su disolución en aceites vegetales (almendra, durazno, maní, oliva, sapuyul).
La recolección del órgano productor (parte de la planta que se va a destilar al vapor de agua), debe hacerse en la estación adecuada para cada planta aromática y a la hora del día precisa, conveniente para la obtención de la totalidad de principios activos.
Destilación al vapor de agua:
La esencia contenida en la planta aromática se obtiene a través del proceso de destilación al vapor de agua en un alambique.
En general el aceite esencial queda flotando en la superficie y el hidrolato aromático o agua floral queda en la parte inferior, separándose por decantación.
Durante este proceso existen criterios de destilación que son específicos para cada planta aromática, como son: presión, temperatura, tiempo de destilado, rendimiento específico, tiempo de reposo, etc. El seguimiento de estos criterios garantiza la obtención de un aceite esencial de calidad terapéutica.
Destilación Completa:
El tiempo de destilación tiene la finalidad de obtener la totalidad de las moléculas aromáticas (aceite esencial 100% completo), desde las más volátiles hasta las que poseen un índice de volatilidad muy bajo y que se liberan al final del proceso de destilación, es por ello necesario respetar este criterio para poder obtener una destilación completa. Sólo los aceites esenciales así obtenidos son de calidad terapéutica.
Expresión:
La expresión o prensado es el método reservado para la obtención de la esencia de la cáscara de los cítricos como la de la naranja, limón, bergamota, mandarina, pomelo, lima. Consiste en prensar las cáscaras frescas de los cítricos hasta el agotamiento de los órganos productores. El prensado se realiza en una prensa hidráulica.
Los aceites esenciales son muy concentrados, por lo que sólo se necesitan pequeñas cantidades para lograr el efecto deseado (del orden de los miligramos).
También se pueden sintetizar en forma artificial, que es la manera más habitual de obtenerlos, debido a que la gran demanda de estos productos no llega a ser abastecida por las fuentes naturales.
Todos los aceites esenciales son antisépticos, pero cada uno tiene sus virtudes especificas, por ejemplo pueden ser analgésicos, fungicidas, diuréticos o expectorantes. La reunión de componentes de cada aceite también actúa conjuntamente para dar al aceite una característica dominante. Puede ser como el de manzanilla, refrescante como el de pomelo, estimulante como el aromático de romero o calmante como el clavo.
En el organismo, los aceites esenciales pueden actuar de modo farmacológico, fisiológico y psicológico. Habitualmente producen efectos sobre diversos órganos (especialmente los órganos de los sentidos) y sobre diversas funciones del sistema nervioso.
También son utilizados en plantas para alejar a los insectos herbívoros.
Precauciones
- Es importante señalar que la mayor parte de los aceites esenciales no pueden aplicarse en su estado puro directamente sobre la piel, ya que son altamente concentrados y pueden quemar la piel.
- Antes de aplicarlos es necesario diluirlos en otros aceites, conocidos como aceites bases, o en agua.
- Preferentemente los aceites esenciales no deben de ser ingeridos.
- No deben entrar en contacto con los ojos o con otra mucosa. En caso de hacerlo deben de lavarse los ojos con abundante agua, evitando tallarse con las manos y luego pasarse un algodón o gasa con acete vegetal.
- No deben utilizarse durante el embarazo y la lactancia. Existen excepciones pero sólo debe hacerse bajo supervisión de un profesional de la salud con el conocimiento adecuado.
- No confundir los aceites esenciales con los aceites sintéticos, su calidad es muy inferior a los aceites esenciales y si son aplicados en la piel causan quemaduras y alergias.
Los aceites esenciales siempre deben de estar protegidos de la luz y mantenerse en botellas de vidrio de preferencia botellas de color azul, ya que este color es especifico para los aceites esenciales.
Resumamos algunos de los métodos por medio de los cuales podemos aprovechar el poder de los aceites esenciales:
En el baño - Podemos echar varias gotas de aceites esenciales sobre el agua tibia de una bañera y luego sumergirnos durante 15 o 20 minutos. Por este medio estamos tanto aspirando el vapor de los aceites esenciales como permitiendo que estos penetren a través de nuestra piel. Si lo prefiere puede mezclar de 3 a 5 gotas de aceite esencial con tres cucharadas de miel de abeja antes de echarlo en el agua.
Inhalación - Podemos echar algunas gotas en un pañuelo y oler o podemos echar de 6 a 12 gotas en una olla de agua hirviente, luego colocamos una toalla o manta que cubra tanto nuestra cabeza como la olla e inhalamos el vapor durante varios minutos. Se debe tener la precaución de no acercarse demasiado ya que podemos quemarnos la cara con el vapor.
Difusión - Existe en el mercado una amplia variedad de productos para llenar el espacio de una habitación u oficina con el aroma de los aceites esenciales. Estos productos, llamados difusores o atomizadores, esparcen los aceites esenciales formando una nube de diminutas partículas. Estos difusores pueden ser de utilidad en casos de afecciones respiratorias o simplemente para llenar el aire con una fragancia ya sea calmante o estimulante.
Masaje - A mediados de este siglo una bioquímica francesa llamada Marguerite Maury reintrodujo el antiguo uso de los aceites esenciales en la práctica del masaje. Los aceites esenciales al ser aplicados sobre la piel pueden tener una variedad de efectos. Algunos son calmantes, otros estimulantes. Otros son empleados para aliviar dolores y malestares musculares. Algunos masajistas también los utilizan para ayudar a limpiar de toxinas el sistema linfático. El uso de aceites esenciales es muy común en el masaje sueco, el tipo de masaje terapéutico más empleado en occidente. Sin embargo, su uso puede ayudar a incrementar la sensación y los efectos de cualquier tipo de masaje.
Compresas - Estas pueden ser frías o calientes. Se utilizan para aliviar dolores de cabeza, y molestias musculares. Se pueden añadir de 5 a 10 gotas de aceites esenciales a 4 onzas de agua. Se empapa una toalla en esta solución y se aplica al área dolorida.
Romero: Descongestionante venoso, tonifica la musculatura, fluidificante de las mucusidades, estimulante mental, ideal para sesiones de estudio.
Palma Rosa: Hidratación de la piel por falta de agua, tonificante, estimula el drenaje linfático de los tejidos.
Citronella de Ceilán:Antiinflamatoria, antimosquitos.
Ciprés: Descongestionante venoso, regulador de la sudoración.
Lemon-grass: Anticelulítico.
Eucalipto glóbulo: Específico de vías bajas respiratoria (bronquios y pulmones), fluidificante de las mucosidades, espectorante, descongestivo pectoral, antiinfeccioso.
Eucalipto radiata: Específico de vías altas respiratorias (naríz, garganta), descongestivo nasal, fluidificante de las mucosidades, antiinfeccioso.
Árbol del Té: Antiséptico, antiinfeccioso, antimicótico.
Basílico o Albahaca: Antiespasmódico, antiestrés, insomnio por incapacidad de desconectar.
Laurel noble: Regenerador de los tejidos, estimula la clariad mental, alivia el temor y confiere valor para afrontar situaciones difíciles. Calmante del dolor articular.
Menta Piperita: Estimulante, refrescante, alivia los mareos en viajes, mantiene la vigilia durante la conducción, alivia el dolor de cabeza y migrañas.
Gaultheria: Antiinflamatoria.
Naranjo hojas: Antidepresivo cuando existe sensación de abandono, tranquiliza las emociones en caso de ira, irritabilidad, frustación, pérdida de un ser querido, mejora la microcirculación cutánea, ideal para los tratamientos antiacné.
Ravensara: Reconstituye la energía personal, conecta con uno mismo, tonifica el sistema nervioso, antiinfeccioso, decontracturante muscular, antiviral.
Jara: Antihemorrágico, cicatrizante, antiarrugas.
Geranio: Tónico cutáneo reafirmante, astringente, regulador de la secreción sebácea.
Lavanda o espliego: Tonificante, relajante, antiinflamatorio, cicatrizante.
Manzanilla romana: Antiinflamatorio, alivia el dolor de estómago y la sensación de "nudo de estómago", relajante.
Ylang-ylang: Relajante, regenerador celular de la piel facial y corporal, ayuda a regular la secreción sebácea facial, hidratante, afrodisíaco, ayuda a bajar la tensión arterial (hipotensor), ayuda a frenar la caída del cabello, gran reafirmante del busto.
Limón: Antiséptico, deoxificante, circulatorio, alivia la sensación de náuseas, fortalece las uñas.
Bergamota: Antidepresivo, calmante, reanimante, procura sensación de bienestar y equilibrio.
Mandarina: Ayuda a conciliar el sueño en niños y adultos.
Naranjo dulce: Refrescante, estimulante, confiere energía positiva en situaciones de cansancio y falta de energía, regenerador celular de la piel, de noche.
Clavo: Anlgésico, antiséptico.
Incienso: Antiarrugas, calmante, relajante, confiere sensación de paz física y emocional, desconecta de la preocupación y la ansiedad.
Pimienta negra: Antilumbalgia, ciática, dolores articulares por "coger frío", en cambio estacional.
Sándalo: Relajante, confiere serenidad, paz, promueve la templanza y la paciencia. Regenerador celular, ideal en tratamientos antiarrugas y problemas de piel, alivia picor.
Pachulí: Relajante, aclarala mente, regenera la piel, regula la secreción sebácea, bactericida, anticelulítico, tónico de venas.
Wikipedia
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