sábado, 16 de julio de 2011

Jara (Cistus Ladaniferus)

La Protagonista de la Semana

La jara ladanífera es una planta extraordinaria que, al igual que el Ave Fénix, renace de sus cenizas. Calentada por el sol mediterráneo, se asienta en terrenos silíceos del sur de Europa, fundamentalmente, es España y Portugal. Recubierta por una goma que le permite resistir la deshidratación que producen los fuertes calores, este arbusto posee el raro poder de autorregenerarse tras los incendios y de multiplicarse en tierras quemadas.
Para reconocerlo, basta prestar atención a sus pequeñas flores de pétalos blancos, manchadas de púrpura. También cabe reparar en sus hojas de color gris verdoso, recubiertas de una fina película de resina con aroma de Chipre. Utilizada por los perfumeros, la Jara entra en la composición de fragancias orientales.
Pero son sus semillas las que encierran el secreto de su fuerza regeneradora. Destiladas, producen el Aceite esencial de Jara Bio, un concentrado de principios activos regeneradores para pieles secas y sensibles.
Nuestros antepasados utilizaron los aceites esenciales y les atribuyeron propiedades mágicas.

Aceite esencial de jara
Efectos
Tiene un efecto antimicrobiano, antiséptico, antitusígeno, astringente, balsámico, emenagogo, expectorante, y tónico.
Características
El aceite esencial de jara se extrae de la goma o de las hojas y ramitas.
Combina bien con los aceites de salvia romana, pino, enebro, lavanda, lavandín, bergamota, ciprés, vetiver, salvia roaman, madera de sándalo, pachulí, y manzanilla de Marruecos.
Usos terapéuticos
Piel: arrugas, sequedad, enfermedades de la piel, como úlceras o tumores.
Precauciones
Por lo general no es tóxico ni irritante ni produce reacciones alérgicas, aunque debe evitarse durante el embarazo.


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