Procedente de Persia (región del Himalaya), según unos autores, o de China y Japón, según otros; fue transportado a Grecia y luego a Italia y a los demás países de Europa.
Existen evidencias fósiles de la presencia del nogal J. regia, en la Península Ibérica, que se remontan al Paleolítico.
El nogal se encuentra vegetando en estado silvestre en la Europa oriental y Asia Menor, asimismo en Norteamérica, formando un cierto número de especies más o menos cultivadas.
El nombre del género deriva del latín iuglans, nombre romano del nogal y de la nuez, que es una abreviatura de lovis glans; bellota de Júpiter, a su vez versión latina del griego Diós bálanos, nombre de la nuez y de la castaña, que significaba literalmente: bellota o castaña de Zeus.
Este árbol contiene propiedades curativas y ciertamente regenerativas de ciertas funciones del organismo. Además desde muy antiguo se ha utilizado sus hojas para preparar tinturas que se aplican a telas y al cabello, pues por su capacidad colorante matiza suavemente tanto las telas como el cabello blanco de canas, devolviéndole su natural color sin ser agresivo al cuero cabelludo.
El té preparado con hojas de nogal es propicio y benéfico en: Diabetes - Problemas estomacales como obstrucción - Problemas hepáticos - Anemia en personas de todas las edades - Desintoxica la sangre limpiándola de sus impurezas - Afecciones de la piel, como en el caso de acné - Llagas bucales - Mala circulación sanguínea - Problemas linfáticos - Poca actividad glandular - Debilitamiento físico generalizado - Tuberculosis ósea - Herpes - Flujo - Heridas supurantes - Inflamaciones oculares - Sabañones - Sífilis - Picaduras de insectos - Parásitos internos - Raquitismo - Ictericia - Escrofulosis - Hemorroides - Etc.
La nuez es un fruto seco obtenido como semilla del nogal común. De alto valor nutritivo, este fruto es rico en proteínas, vitaminas del grupo B, oligoelementos, aceites, lecitina y ácidos grasos omega 3 (poliinsaturados). Se le atribuye la capacidad de reducir el colesterol.
Se consume fresco o cocinado, así como en postres. O también como entrada de algún menu, antes del plato fuerte.
Las nueces en la cocina son apreciadas por su característico sabor. Este fruto puede formar parte de las más suculentas ensaladas pero también puede acompañar a carnes y pescados ya sea formando parte de alguna salsa o espolvoreada en pequeños trocitos. La crema de queso con nueces es una combinación deliciosa, pero también constituye un buen bocado un poco de pan blanco y unas cuantas nueces crudas. La repostería concede a la nuez un lugar de honor en tartas, helados y bizcochos.
A la hora de comer nueces crudas se recomienda masticar el alimento bien para hacer más fácil el proceso de la digestión. Resulta fundamental que, en el caso de ancianos y niños, las nueces sean trituradas a conciencia y servidas en papilla puesto que pueden causar asfixia si no se mastican bien. Si hemos abierto muchas nueces y nos sobran, la mejor forma de conservarlas es introducirlas en recipientes de cristal cerrados para que no pierdan sus propiedades.
A la hora de comer nueces crudas se recomienda masticar el alimento bien para hacer más fácil el proceso de la digestión. Resulta fundamental que, en el caso de ancianos y niños, las nueces sean trituradas a conciencia y servidas en papilla puesto que pueden causar asfixia si no se mastican bien. Si hemos abierto muchas nueces y nos sobran, la mejor forma de conservarlas es introducirlas en recipientes de cristal cerrados para que no pierdan sus propiedades.
Curiosidades
Antiguamente se consideraba que comer nueces fomentaba la inteligencia por la similitud en su forma con el cerebro humano.
Actualmente, debido no a su forma, sino a sus valores nutricionales, se ha demostrado que así es.
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