El ají dulce es una variedad de pimiento
relacionada con el habanero pero de sabor mucho más suave y ahumado, que
se encentra particularmente en América Latina y el Caribe. Es
ampliamente conocido en Venezuela, en donde constituye un ingrediente
fundamental para la elaboración de un gran número de platos típicos,
dentro de los cuales se encuentra, claro está, el guiso para las
tradicionales hallacas.
Esta fruta, que en un comienzo es verde y tiene la
forma de un pimiento habanero, alcanza su madurez cuando se torna
ligeramente roja o amarilla, y puede ser conservada en el congelador sin
perder su sabor.
Los orígenes del ají dulce no están plenamente claros, sin
embargo gracias a su enorme utilidad en la cocina como condimento para
salsas y guisos, se ha convertido en una piedra angular
dentro de la gustosa comida Latinoamericana en general. Su sabor y olor
característico le confieren a esta fruta un enorme poder evocativo,
delatando su presencia en los platos que la contienen, llegando
inclusive algunos a pensar que tiene propiedades afrodisíacas.
El ají dulce es uno de los secretos mejor guardados de los fogones venezolanos, el sabor que le confiere a todo lo que toca no tiene parangón. Tiene la fuerza del ají, que exalta lo mejor de los guisos, pero sin picar, sin adormecer las papilas gustativas. Su presencia en hallacas, guisos y sancochos es incuestionable, pero la relevancia de la que goza en la actualidad deriva de la tendencia gastronómica en años recientes, cuando estamos redescubriendo las maravillas de nuestros calderos.
Básicamente hay dos tipos de ají dulce: el alargado y el redondo, pero se ha de tener cuidado porque, de vez en cuando, alguno puede tornarse picante. Los maracuchos hablan en esos casos del "ají misterioso". Los del oriente del país son los que gozan de mejor fama, porque expresan su sabor y olor de manera indiscutible y los hay rojos, amarillos y verdes.
Las personas escogen los maduros (cuando van al mercado); no obstante, los verdes dan más sabor. En realidad, el punto óptimo para consumirlos es cuando aún no están totalmente maduros.
En los últimos años el ají dulce ha sido objeto de revisión y se han potenciado infinitamente sus propiedades gastronómicas: es común encontrar salsas,chutneys, jaleas y rellenos en los que se usa como ingrediente principal.
Los más grandes se rellenan e, incluso, en algunos lugares los tempurizan, incorporando a su preparación técnicasculinarias de otras culturas.
Todos los entrevistados coinciden en que en el país el ají dulce ha seguido evolucionando en cuanto a su uso, a diferencia del picante que aún sigue tratándose como parte de un ajicero. No obstante, el toque inigualable de este último será siempre bienvenido y objeto de más de una alabanza: "El ají tiene una maravillosa propiedad, y es que no se corrompe.
Los más grandes se rellenan e, incluso, en algunos lugares los tempurizan, incorporando a su preparación técnicasculinarias de otras culturas.
Todos los entrevistados coinciden en que en el país el ají dulce ha seguido evolucionando en cuanto a su uso, a diferencia del picante que aún sigue tratándose como parte de un ajicero. No obstante, el toque inigualable de este último será siempre bienvenido y objeto de más de una alabanza: "El ají tiene una maravillosa propiedad, y es que no se corrompe.
El tiempo lo arruga y reseca, pero conserva siempre su virtud cáustica.
Es agresivo y
soberbio, al igual que algunos individuos. En la comida
del pobre como en la del rico cumple una misión complementaria. Le da sabor a las viandas insípidas, o hace más atractivas las sustancias al paladar.
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