Conocido por su fuerte olor y sabor, el ajo es una medicina herbácea ideal. Resulta completamente seguro para utilizar en casa y constituye un tratamiento muy potente para multitud de problemas de salud. Combate muchas infecciones, entre ellas las de nariz, garganta y pecho. También reduce el colesterol, alivia los desórdenes de circulación tales como la tensión alta y reduce el nivel de azúcar en la sangre, lo cual lo hace muy útil en la dieta para diabetes tardía.
Usos Tradicionales y Actuales
Remedio tradicional El ajo ha sido apreciado siempre por sus propiedades curativas; antes del desarrollo de los antibióticos servía de tratamiento para todo tipo de infecciones, desde la tuberculosis hasta el tifus. También se empleó durante la primera guerra mundial para curar heridas.
Infecciones Bronquiales El ajo es un remedio excelente para todo tipo de infecciones pectorales. Es bueno para el resfriado, la gripe y las infecciones el oído y ayuda a reducir el catarro.
Aparato Digestivo Las infecciones digestivas responden bien al ajo. Esta hierba también puede liberar al cuerpo de parásitos intestinales.
Circulación El ajo evita ataques y problemas de la circulación al mantener la sangre fluida, no densa. Reduce los niveles de colesterol y la tensión sanguínea.
Otros usos El ajo se emplea en las infecciones y puede tomarse al mismo tiempo que los antibióticos convencionales para apoyar su acción y proteger de efectos secundarios. Además, el ajo disminuye los niveles de azúcar en sangre y puede mitigar la diabetes tardía.
Principales preparados y sus aplicaciones
Jarabe de ajo para la tos, tomar una cucharadita cada tres horas.
Dientes cortados pueden utilizarse regularmente al cocinar para ayudar a reducir los niveles de colesterol y reforzar el sistema inmunológico.
Perlas contienen aceite de ajo. Se toman para aumentar la resistencia a las infecciones.
Cápsulas para la bronquitis, tomar 2 cápsulas de 100 mg. tres veces al día.
Pastillas para la tensión alta y la bronquitis.
(Del libro: Enciclopedia de Plantas Medicinales - Andrew Chevallier)
TIPS:
- Cuando las molestias de la gripe o el resfriado conllevan un moqueo continuo de nariz, es recomendable respirar el aroma del ajo. Triturar un diente de ajo sobre una gasa doblada en cuatro partes y aplicarla directamente a la nariz, realizando inspiraciones profundas durante diez minutos.
- Para el dolor de oídos, abrir una cápsula de aceite de ajo, poner dos gotas en un algodón y taponar el oído. Otra opción es machacar un diente grande de ajo y dejar en aceite de girasol o de oliva al menos 24 horas. Colar el aceite y templarlo a la temperatura del cuerpo. Poner dos gotas en un algodón y taponar el oído.
- Recuerdo que mi madre cuando mi hermana y yo eramos pequeñas y trillábamos los dientes de noche, colocaba debajo de nuestra almohada un pañuelo con ajos machacados para que auyentara a las lombrices.
- Macerado de ajos y vinagre para la depresión. Tomar una cucharada sopera media hora antes de las tres comidas. Si la depresión es muy fuerte, se puede doblar la dosis. Ingredientes: 1/2 l de vinagre de manzana, 1/2 kg de ajos frescos, 1/2 cabeza grande de ajos secos, 1/2 l de glicerina, 172 l de miel de romero. Preparación: Mezclar los ajos frescos troceados, los ajos secos laminados y medio litro de vinagre de manzana. Guardar la mezcla en lugar fresco y oscuro durante cuatro días, removiendo diariamente. Al cuarto día agregar a la mezcla la glicerina y el medio litro de miel de romero, y dejar macerando en lugar oscuro un día más. Filtrar y escurrir bien el macerado. Presionar bien los ajos para que suelten todos sus principios activos. Finalmente almacenar en un recipiente de cristal bien cerrado.
- Macerado de ajo y cebolla para la hipertensión, tomar el preparado cada día en ayunas. Ingredientes: 1 cebolla, 6 dientes de ajo, zumo de dos limones. Preparación: Tocear los ajos y cortar la cebolla a dados. Exprimir un limón y mezclar los tres ingredientes en un bol. A continuación añadir agua hasta que cubra el preparado. Dejar macerar durante toda la noche. A la mañana siguiente, exprimir otro limón y añadirlo al macerado. colar en un vaso y beber.
- Agua de miel con ajo, para combatir la impotencia sexual. Tomar en ayunas tres cucharadas de agua con miel y tres dientes de ajo cocidos. Ingredientes: Los dientes de dos cabezas de ajo grandes, 1/2 kg de miel de romero, 1/2 l de agua. Preparación: Introducir los dientes de ajo pelados, en agua hirviendo. Hervir durante 15 minutos, retirar del fuego y añadir la miel, removiendo hasta que se funda. Guardar en un tarro de cristal en el frigirífico.
- Macerado de ajos y limón para ayudar a eliminar las molestias producidas por problemas circulatorios (varices). Ingredientes:6 dientes de ajo, 2 cucharadas de aceite de primera presión en frío, zumo de 1 limón. un frasco de cristal de boca ancha. Preparación: Picar los ajos en láminas e introducirlos en un tarro. A continuación, añadir el zumo del limón. Agregar dos cucharadas de aceite. Finalmente cerrar el tarro y dejar macerar durante 12 horas.Agitar antes de usar. Emplear la cantidad de macerado que se quede en los dedos índice y corazón, después de introducir en el tarro.Masajear con los dos dedos, en círculos ascendentes, siguiendo las varices. Repetir a disrio antes de acostarse. Es recomendable cubrir la zona de la aplicación con un calcetín o una media de algodón y mantenerla tapada durante toda la noche.
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